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Si los bibliotecólogos no evolucionan, se van a extinguir

Para Italo Costa, un biólogo prestado a la informática y a la bibliotecología, el mundo es distinto y el concepto de biblioteca ha cambiado: los bibliotecólogos evolucionan o se van a extinguir. Estuvo en Caracas durante una semana para crear un programa para la Biblioteca Pedro Grases, enmarcado dentro del Proyecto Ágora de la Biblioteca de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, en Chile. Proyecto que se propone cambiar la imagen de la biblioteca tradicional.

¿Cómo definiría la biblioteca hoy en día?

Ya no se puede pensar en un recinto en el cual predomina el silencio y la quietud, porque el conocimiento se genera con base en la discusión. Hay un complemento entre personas que saben más que otras, entre personas que guardan el conocimiento en sus cabezas y otras que son capaces de procesarlas. Cuando se juntan esas dos entidades se genera el conocimiento y fluye de lo contrario tendríamos dos bandos: pensadores y memoriones. A los primeros, no les va muy bien en el ámbito universitario, pues las actividades académicas están orientadas a la reproducción: cuál es el peso específico del mercurio tanto, pero cuando se le pide que saque el peso de otro material con base al del mercurio, generalmente no lo pueden hacer.

¿Cuál fue el proceso que siguieron para llegar a este concepto?

Nuestra relación con algunas universidades españolas nos ha llevado a aplicar estrategias de mediación pedagógica y el otro aspecto es la utilización de la tecnología de la información que anteriormente se utilizaban como recipientes. Es por ello que se nos ocurrió hacer de la Biblioteca un espacio participativo, lúdico, acogedor en el cual la dinámica es distinta. Desde los colores que se utilizan en la Biblioteca –naranja, blanco y gris- con cuadros muy coloridos; hasta los espacios destinados a las exposiciones o al descanso dotados con sillones cómodos donde puedes escuchar música y descansar para luego seguir con la consulta. Se permite a los alumnos –siempre enmarcado dentro de una normativa- realizar eventos. Así mismo, están dotadas con salas multimedia.

¿En qué consistió su trabajo en la Biblioteca Pedro Grases?

Incorporé a la base de datos de la Biblioteca Pedro Grases una modificación de la Biblioteca Ágora, la parte documentalista. Así mismo, realicé unos programas que en este momento no están en Chile y que cuando regrese voy a tener que incorporar. Se trata de un sistema monodocumental, donde van a estar guardadas las tesis de postgrado en PDF que permite la búsqueda dentro del documento en forma asincrónica. Con este sistema se pueden generar índices de cualquier otro servidor.


¿De qué manera los últimos avances tecnológicos van a estar presentes en la Biblioteca?

Estamos trabajando en un sistema PODCAST que va a permitir utilizar los iPod para distribuir contenidos en la universidad mediante sistemas inalámbricos. El futuro no es una plataforma tecnológica, es Podcast, pues se va a poder disponer de un pendrive que es capaz de conectarse solo. Lo que implica la filmación y grabación de clases. En estados Unidos ya existen universidades que te entregan el Ipodvideo en el momento de la matriculación, de forma que no hay excusas si no se asiste a clases, pues se dispone de todo el material para estudiar.

¿Cuáles son las acciones a futuro?

Esperamos lograr la comunicación con las distintas Bibliotecas Ágoras ubicadas en Latinoamérica, dentro del Proyecto BABEL. Este proyecto está funcionando en la Universidad del Rosario en Colombia y acá en Venezuela ya lo está haciendo como repositorio de tesis. Hay un problema que hay que solucionar que es el volumen de compartición, pues mientras más se comparta se logra mayor información y la interrelación va a ser mayor.

Los interesados en conocer con más detalles los planes de la Biblioteca Ágora pueden visitar:
http://biblioteca.ucv.cl/elsistema/agora

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