Alfabetización en Información (ALFIN)
Actualmente la variedad de información disponible está sobreexcedida por la existencia de múltiples fuentes y diferentes medios, algunos de ellos de dudosa autenticidad y poca fiabilidad. En consecuencia se nos plantean nuevos retos a la hora de evaluar la calidad de la información de que disponemos.
En este contexto, la Alfabetización en Información (ALFIN) emerge como la herramienta fundamental para la adquisición de competencias en el acceso y uso de la información.
De acuerdo a las normas sobre aptitudes para el acceso y uso de la información en la enseñanza superior (aprobadas por Association of College and Research Libraries/American Library Association el 18 de enero 2000) una persona alfabetizada en información es capaz de:
- Determinar el alcance de la información requerida
- Acceder a ella con eficacia y eficiencia
- Evaluar de forma crítica la información y sus fuentes
- Incorporar la información seleccionada a su propia base de conocimientos
- Utilizar la información de manera eficaz para acometer tareas específicas
- Comprender la problemática económica, legal y social que rodea al uso de la información y acceder a ella y utilizarla de forma ética y legal.
En el ámbito universitario estas competencias se pueden adquirir a través de una asignatura o, mejor aún, a través de un eje transversal del aprendizaje: el análisis y resolución de problemas, o el desarrollo de proyectos que conlleven el uso y producción de información.
El desarrollo exitoso de la ALFIN dentro de una institución universitaria requiere de un cambio de cultura, que se apoye fundamentalmente en el binomio docente-bibliotecario, quienes deben redimensionar sus esquemas de desempeño para que puedan formar estudiantes críticos en el uso de la información.
Sin embargo, hasta ahora los programas de estudio no inducen al uso de las bibliotecas para la consulta de fuentes impresas y mucho menos de las electrónicas. Aunado a ello, el estudiante no se preocupa en enriquecer lo impartido por el profesor, no investiga y utiliza las salas de consulta de las bibliotecas para estudiar de los apuntes y las guías. Hecho que se pone de manifiesto en los períodos de exámenes, cuando los espacios de la bibliotecas se ven colmados.
La Biblioteca Pedro Grases no es ajena a esta realidad, pero su personal se está esforzando por lograr que la ALFIN comience a tener mayor auge. La BPG ha venido cumpliendo con esta meta desde hace 7 años con la asignatura de Metodología de la Investigación y en base a esa experiencia se ha diseñado el programa para el desarrollo de habilidades y capacidades en el uso de la información, que ha dado inicio en este lapso 07-08A, con la asignatura Introducción a la Computación. Se dispondrá de 5 horas para implantar la herramienta y se contará con el apoyo de los profesores para inducir a los estudiantes a que la utilicen.
El diseño de este programa abarca tres niveles : el básico, medio y avanzado. Cada uno está orientado hacia asignaturas comunes, dentro del plan de estudios de las diferentes carreras. De igual manera, se ofrecerán sesiones a petición de profesores, estudiantes y personal administrativo sobre temas de interés o diseñados a la medida de acuerdo a las necesidades inherentes al grupo.
La Biblioteca Pedro Grases continuará con su labor de promoción de un servicio considerado en la actualidad como fundamental, pues está conciente de que forma parte de la sociedad de conocimiento que estimula el aprendizaje a lo largo de la vida y exige desarrollar habilidades para usar la información